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lunes, 11 de octubre de 2010

CASCOS

En un deporte como el alpinismo, lo normal es que caigan cosas de arriba. Y esas cosas no son precisamente blandas: piedras, trozos de hielo, material del compañero que va por delante, o de otras cordadas... También es normal caerse, y no sobre césped mullido, ni al agua, y es posible que en nuestra caída nos golpeemos en la cabeza contra la roca. ¿Parecen pocas razones, o de poco peso para usar el casco? Pues debe ser, porque hay muchísima gente que sigue poniendo excusas para no usarlo: que si me da mucho calor, que si es incómodo, que si pesa mucho, que si me despeina... Es increíble que aún se anteponga la comodidad o la estética a la seguridad... 
Todos con casco en todos los terrenos
Actualmente hay tres tipos de cascos, los de tipo robusto con carcasa dura y sistema de suspensión, los hiperligeros, y otro tipo a medio camino de ambos.
-Los cascos robustos tienen una carcasa externa de policarbonato o de fibra de vidrio que cubre todo el perímetro de la cabeza, y un sistema de suspensión por medio de cintas que deja un espacio entre la cabeza y la carcasa del casco, y sirve para distribuir y disipar la energía del impacto. Además, este espacio se puede aprovechar para llevar una manta isotérmica o un pequeño botiquín muy básico; no se trata de llevar el casco lleno de cosas, como si fuera una maraca... Los cascos de fibra de vidrio son los más resistentes, duraderos y pesados (y los más caros), mientras que los de policarbonato tienen una durabilidad menor: se deterioran antes con el uso y los rayos UV. Sin duda, este tipo es el que ofrece más protección frente a golpes desde arriba, y aunque la protección contra impactos frontales, laterales y traseros se podría mejorar, en general resisten múltiples golpes mejor que los hiperligeros.
-Los hiperligeros son muy parecidos a cascos de bici, fabricados en espuma de propileno expandida sin carcasa ni suspensión. Son con diferencia bastante más ligeros que los de carcasa, y están mucho más ventilados, aunque esto último es algo engañoso: esta ventilación funcionará si es un día ventoso, o a partir de una velocidad de desplazamiento de unos 10 km/h. El problema es que escalando, difícilmente vamos a alcanzar esa velocidad (corriendo, en BTT o en una caída, sí). Son más delicados y tienen menor durabilidad que los robustos, abultan más y son más caros que otros tipos de casco. Al no tener sistema de suspensión, en caso de impacto, se deforman o se rompen para disipar la energía. La ventaja de estos cascos es la mayor protección frente a golpes frontales, laterales y traseros.
-Por último, los de tipo intermedio tienen una carcasa exterior algo más fina que la de los robustos, que sólo sirve para proteger la espuma de propileno, y no distribuye ni disipa el impacto, aunque aguantan más que los hiperligeros. Están a medio camino de los otros tipos: resisten más impactos que los hiperligeros, pero no tienen sistema de suspensión que disipe la energía del golpe; son más ligeros que los robustos, y más robustos que los hiperligeros; no son tan delicados como los hiperligeros, pero no podremos sentarnos sobre ellos (sobre un casco robusto podemos sentarnos sin problema).
Al ser elementos de seguridad, tienen que pasar una serie de tests del CEN (Comíté Europeo de Normalización) para que se puedan vender en Europa. Comparados con los tests para cascos de otras actividades (esquí, piragüismo), los de escalada son más estrictos en algunos aspectos y menos en otros: el test para golpes desde arriba, o el de penetración, son mucho más exigentes que para otras actividades, pero los tests para golpes frontales, laterales y traseros son más exigentes en otras actividades.
Se realizan los siguientes tests (Norma EN-12492/UIAA-106):
-Absorción de energía en impacto vertical. Se deja caer una masa no afilada de 5 kg desde 2 m.
-Absorción de energía en impacto frontal, lateral y dorsal. Se deja caer un disco metálico de 5 kg desde 0,5 m en cada una de las posiciones. En cada una de las cuatro posiciones, la fuerza de impacto que se transmite a la cabeza, no debe ser superior a 10 kN (Norma EN-12492), u 8 kN (Norma UIAA-106).
-Penetración. Se deja caer un cono de 1,5 kg desde 1 m, y la punta del cono no debe tocar la cabeza.
También se hacen tests para comprobar el deslizamiento frontal y dorsal del casco sobre la cabeza, y otro para la resistencia del barboquejo.
Como casi todo el material, dependerá del uso que vayamos a darle para elegir un tipo u otro de casco. Como norma general, cuanto más comprometida sea la actividad, más robusto debería ser el casco. Es decir, que para escalar sólo en vías equipadas (de uno o varios largos), sería suficiente con un casco hiperligero; los escaladores polivalentes que hagan deportiva y pared se apañarán con uno de tipo intermedio, mientras que los alpinistas deberían usar cascos robustos. Pero como nos da todo igual, hay muchos alpinistas que usan cascos hiperligeros para todas las actividades. Bueno, al menos así lo usan en todos los terrenos...
A la hora de elegirlo, hay que probárselo bien, y regular las cintas correctamente para que se ajuste a nuestra cabeza sin que se nos baje hasta los ojos, y sin que se mueva de un lado a otro. Por lo general, no hay tallas en los cascos, aunque existen varios modelos de Petzl y Black Diamond que ofrecen varias tallas, y podremos encontrar algunos modelos en tallas para niños; tienen un sistema para regular el tamaño del perímetro del casco, bien con cintas de velcro, con pasadores de plástico o ruedecillas. Si hacemos alpinismo, no está de más que podamos ponernos un gorro fino debajo del casco, así que habrá que tenerlo en cuenta. A este respecto, contaré una anécdota: Durante unas pruebas de acceso para los cursos de Técnicos Deportivos en Montaña, en un día frío y nublado, yo llevaba puesto un gorro. Para una de las pruebas, antes de ponerme el casco, uno de los mayores expertos en material del país me dijo que me quitara el gorro. En el momento no le di más importancia, pero después pensando en ello me resultó extraño que esta persona fuera aconsejando en sus artículos llevar un gorro bajo el casco, y que en aquella situación me hubiera dicho que me lo quitara. Independientemente de esto, yo me pongo un gorro si lo creo necesario, y ajusto de nuevo el casco.
Todos los cascos tienen (o deberían tener) un sistema de sujeción para la linterna frontal. Habrá que ver si es lo suficientemente seguro, para no ir perdiendo frontales por las montañas.
Algunos cascos tienen viseras desmontables para escalada en hielo, y en otros modelos se pueden tapar los agujeros de ventilación con unas piezas de plástico, lo que nos ayudará a permanecer más secos y algo más calientes.
Los cascos, igual que las cuerdas, tienen una vida útil. El efecto acumulado de los pequeños golpes contra la roca, arañazos y la exposición a los rayos UV, harán que, normalmente, tengamos que jubilar el casco antes de haberle dado el uso que tiene, que es proteger la cabeza de golpes fuertes. Si recibimos un buen golpe en la cabeza llevando el casco (del estilo de 'sin él me habría matado'), seguramente haya que jubilarlo; sin casco, seguramente el golpe nos mate.
Por norma general, hay que retirar un casco con 5 años de uso, aunque un buen casco de fibra de vidrio puede durar el doble. Igual que con las cuerdas, cuando empecemos a dudar del buen estado del casco, y a preguntarnos si no se romperá a la mínima, será el momento de cambiarlo.
Un último apunte sobre la versatilidad y polivalencia. Desde hace algunos años, se vienen fabricando algunos modelos que cumplen los tests para un gran abanico de actividades: escalada en roca y alpinismo, BTT, esquí, patinaje, piragüismo, incluso hípica (!!). Bueno, la idea no está mal, un casco que nos protegerá en todas esas actividades, pero veo un inconveniente. Yo no soy ningún experto en esas actividades (de hecho, ni lo soy en escalada), pero no creo que los requerimientos sean los mismos. Es decir, podríamos usar un casco de BTT para esquiar, porque una caída en esquí es muy parecida a una en BTT, pero no tiene nada que ver con una caída en escalada. Luego un casco de BTT no nos protegerá mucho si vamos a escalar. Personalmente, si hago varias actividades donde necesite usar casco, usaré un casco específico de cada actividad. Me gastaré más pasta, y tendré mucho material, pero será el material específico de esa actividad, y por lo tanto, el más adecuado.

Para saber más:
-Material para roca y hielo. Clyde Soles. Ed. Desnivel.
-Seguridad y riesgo, vol I. Pit Schubert. Ed. Desnivel.
-Página web oficial de la UIAA: www.theuiaa.org
-Historias de montaña: Campaña para salvar tu mollera

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