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Dani en Gredos |
Aquí estamos de nuevo Carol y yo haciendo otro homenaje a otro amigo desaparecido en la montaña en julio de 2010. Dani Crespo, escalador y alpinista, guía de montaña y miembro del Equipo de Jóvenes Alpinistas (la "Selección Española de Alpinismo"), falleció en el Chacraraju Oeste junto a Álex Bonilla cuando intentaban la apertura de una nueva vía. Desde entonces, Carol y yo pensábamos abrir una vía para dedicársela a este pequeño pero gran escalador, primer repetidor de la Gredos Circus junto a Borja Ayed, otro gran amigo, escalador y guía de montaña. Ya cuando llegamos a Asturias, en octubre de 2010, comenzamos a echarle el ojo a distintas zonas, paredes, riscos y agujas donde abrir esta vía de homenaje a Dani, pero con la llegada del frío, las lluvias y el invierno, dejamos la idea algo aparcada. Más tarde, cuando ya podíamos plantearnos la apertura, falleció Sergio Breñas. Entonces, la primera vía que abrimos, se la dedicamos a Sergio (como se puede ver
en este enlace). Por fin, un año y medio después nos pusimos manos a la obra. Dondequiera que esté Dani, estará orgulloso de esta vía, en artificial como le gustaba a él; ya se encargará alguien de liberarla...
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Preparado para la acción |
Comencé metiendo un empotrador y colgándome de él con más miedo que otra cosa, e inmediatamente, metí un clavo algo más arriba. Al colgarme del clavo, y notar su solidez, empecé a tranquilizarme. Seguí metiendo microfisureros, dos ó tres, hasta un punto donde la fisura no me ofrecía ningún emplazamiento fiable, así que saqué mi gancho, lo coloqué y aguantando la respiración para pesar menos, me colgué de él. Colgado del gancho, fui subiendo de peldaño en peldaño, me equilibré y puse otro seguro. Con una sensación increíble de estar haciendo algo muy guapo, seguí progresando poco a poco, metiendo un clavo aquí, un microfriend allá, un RP más adelante... Mientras Carol me aseguraba abajo, muerta de frío, me gritó que llevaba escalando una hora. Yo allí arriba, no notaba que el tiempo estuviera pasando tan deprisa, y me iba sintiendo cada vez más suelto y confiado, colgando de pequeñas piezas metálicas que seguramente no aguantarían una caída mediana, pero que de momento me aguantaban el peso (no llego a los 70 kg, e incluso con toda la cacharrería que llevaba encima, no llegaba a los 75 kg).
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Aguantando la respiración para pesar menos |
De modo que continué poniendo pequeños seguros y progresando sobre ellos, hasta llegar a una sabina en medio de la fisura que me cortaba el paso.
Lo primero que hice fue pasar un cordino por el tronco e intentar colgarme, pero al tirar con la mano aquello empezó a crujir, y las ramas de la sabina se desprendieron casi sin esfuerzo, llevándome un pequeño susto. Terminé de quitar los restos de la sabina, y metiendo una buena pata de cabra un poco más arriba, seguí mi camino hacia arriba. Otro paso más, y llegué a un tramo que me dio bastante trabajo: metí un microfriend y me colgué de él, pero realmente no sé qué pasó porque noté un pequeño tirón en el seguro, y me cambié rápidamente al estribo de más abajo. Al mirar el microfriend, vi que se había movido ligeramente de su emplazamiento, y las dos levas más externas estaban invertidas. "¡Miércoles! Me he cargado el friend...", pensé mientras forcejeaba con él para sacarlo de la fisura. Así que metí un universal apuntando hacia abajo que no me daba nada de confianza, me colgué de él con mucho miedo, puse un gancho 30 centímetros más arriba y me pasé al gancho. Allí estuve un buen rato respirando y calmándome (el gancheo era para quedarse a vivir en él), mientras buscaba otro emplazamiento para seguir subiendo. Pero me temo que estuve demasiado tiempo buscando otros emplazamientos. Pude colocar un empotrador del 9 estirándome un poco, pero ya no me sirvió de nada:
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Colgado del gancho |
Llevaba una hora y tres cuartos para subir 20 metros, y Carol se estaba congelando mientras me aseguraba a la sombra; ya no sentía los dedos de los pies, así que me descolgó del último seguro que puse (el fisurero del 9, metido
a cañón en la fisura), y fui limpiando la fisura hasta el suelo, dejando dos clavos en su emplazamiento para evitar deteriorar la fisura en exceso. Habría que volver otro día... Y hasta la semana siguiente no pudimos volver, porque la méteo no acompañaba. Esta vez empezó a escalar Carol; en 45 minutos estaba en el punto más alto alcanzado la otra vez, y siguió metiendo seguros hasta el árbol desde el que se bajó cuando abrimos la Sergio Breñas (
aquí está la historia completa), ahí continuó 3 ó 4 metros en libre, por la placa de IV+ y el pequeño diedro final, con un último paso de A1 sobre un alien para salir a la cima de la pared. Montó la reunión en el rápel de la Sergio Breñas, y me aseguró desde arriba, mientras yo subía de segundo e iba recuperando todo el material. En un paso a mitad de la vía, y como peso 20 kilos más que Carol, arranqué una pata de cabra del 0'5 al colgarme de ella, y me fue directamente a la cara. Menos mal que esa es la más pequeña, y tiene más cantidad de cinta que de metal, porque podría haber perdido algún diente... Además, como iba de segundo, la caída fue sólo de unos 20 ó 30 centímetros. Más adelante, al salir en libre en la placa de IV+, cagué fuego para pasar esos 3 ó 4 metros porque llevaba deportivas, pero al ir de segundo no tuve mayor problema, y pude llegar a la reunión. Así, terminamos la vía sin más incidentes, montamos el rápel y nos bajamos. En 2 horas, ambos habíamos escalado la vía, y estábamos en el suelo recogiendo el material.
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A mitad de la vía |
La vía Dani Crespo se abrió en artificial los días 8 y 14 de enero de 2012, y discurre por una fina
fisura diagonal, paralela a la Sergio Breñas, un metro a la izquierda de
ésta, para juntarse con ella en el último tramo. La reunión es común con la de la Sergio Breñas, por lo tanto la bajada se hace en rápel desde el mismo cordino con maillón en el árbol. Son 30 metros que nosotros graduamos de A1, quedaron dos clavos puestos, y se puede asegurar con friends del 00 al 3, un juego de fisureros, otro de microfisureros (Microstoppers de Black Diamond, o Superlight Rocks de Wild Country), además de 3 ó 4 patas de cabra de las más pequeñas (del 0'5 al 2). No hacen falta más clavos, y los ganchos no son imprescindibles (yo usé un Talon de Black Diamond, pero Carol no lo necesitó). Aunque todavía no hemos intentado liberarla, creo que no saldrá más difícil de 6a ó 6a+, pero eso es algo que no se sabrá hasta que volvamos para intentarlo...
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Carol pedaleando |
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Carol y yo después de abrir la Dani Crespo |