Buscar este blog

viernes, 22 de junio de 2018

PICA D'ESTATS. 3143 M

Llegando al refugio de Vallferrera
El otro día fui a subir la Pica d'Estats, el techo de Lleida y de Cataluña. Está situada en un gran macizo en el que hay 6 tresmiles, 3 principales y 3 secundarios (personalmente, creo que el único tresmil principal del macizo es la Pica d'Estats, y los 5 restantes son picos subsidiarios, secundarios, puntas que se alcanzan cresteando... Pero eso es otra historia, y hablaremos de ello otro día); la línea de cumbres forma la divisoria de aguas de la zona, la frontera natural entre España y Francia, a pocos kilómetros de Andorra. El acceso por España se hace por la Vall Ferrera, un pequeño valle de la comarca del Pallars con bosques muy frondosos; de hecho, me sorprendió gratamente ver el valle tan verde y los bosques tan espesos, esperaba encontrar una zona más árida. Desde el pequeño pueblo de Areu sale una pista de tierra que, en unos 10 km nos deja cerca del pla de Boet, donde se puede aparcar. Al entrar en Areu, vi un cartel (en catalán) donde ponía "Cataluña tiene 1000 años; Areu ya estaba ahí". Así que debe ser uno de los pueblos catalanes más antiguos (no he investigado al respecto, de modo que esto no es seguro).
Cartel indicador cerca del barranco de Sotllo
Salimos del pla de Boet (sobre 1850 m de altitud) a las 6'45, y en unos 20 minutos de marcha, llegamos al refugio guardado de Vallferrera. Para las dimensiones del macizo, creo que el refugio está situado demasiado bajo (a 1940 m, lo que deja 1200 m de ascensión desde el refugio a la cima de la Pica). Un poco más adelante, el camino va a media ladera para entrar en el barranco de Sotllo, donde hay un resalte de roca un poco pulida que hay que destrepar. El resalte está equipado con una pesada cadena de acero inoxidable, anclada a la roca mediante tensores químicos. Pasado ese tramo, el camino sigue remontando el barranco de Sotllo con ligeras subidas y bajadas hasta llegar al pla de Canalbona, una pradera alpina rodeada de grandes montañas. Al llegar allí, el sol aún no estaba muy alto, y pudimos avanzar un buen trecho a la sombra. El pla de Canalbona está a unos 2100 m de altitud, y empezamos a ver algunos neveros aquí y allá, sin duda encontraremos nieve más arriba. Seguimos subiendo, con algunas trepadas para superar los resaltes rocosos que separan una pradera de la superior, pero al llegar al pla de Sotllo decidimos ponernos los crampones en un sitio cómodo porque ya hay que empezar a atravesar neveros inclinados. A esas alturas (serían las 10 de la mañana), se veían algunas nubes que iban aumentando en las cumbres, el viento empezó a soplar con más intensidad y nos abrigamos un poco más.
Comenzando la ascensión hacia el puerto de Sotllo



Un nuevo resalte rocoso nos deja en el estany de Sotllo, desde donde arranca la variante por la arista Este, la Ruta de los 6 Tresmiles, una actividad más exigente físicamente que la Normal, con trepadas de II+ y casi 2000 m de desnivel. Nosotros seguimos por la Normal, subiendo hacia el port de Sotllo por una pala bastante inclinada que en verano debe ser una interminable pedrera. No sé cuánto tiempo estuve subiendo esa pala, pero la subida se me hizo eterna hasta el puerto de Sotllo, un doble collado en la divisoria de aguas. Al llegar al collado, el fuerte viento sólo me permitió parar a descansar apenas unos segundos.
Tulu me espera entre la niebla en el coll de Riufred
Hay que pasar a la vertiente francesa, y sin perder mucha altura flanquear hacia la derecha por palas algo tiesas, con la nieve blanda y resbaladiza del final de la primavera. Este flanqueo por la cara norte nos lleva al collado de Riufred, que separa la Pica d'Estats del Montcalm, el tresmil francés del macizo y uno de los pocos del Pirineo que están íntegramente en territorio francés. 
Todo ese tramo hasta un poco más arriba del collado de Riufred lo recorrimos entre la niebla, que sólo empezó a abrir por encima de los 3000 m. Subiendo la última pala, llegamos a un punto cerca de la cresta a partir del que ya no había nieve, y nos quitamos los crampones para subir más rápidamente por la pedrera. 
Llegamos a la cima después de unas 6 horas de ascenso, con viento. No estuvimos mucho tiempo en la cima, unas fotos y empezamos el largo descenso por el mismo itinerario de subida. En el flanqueo por la cara norte hasta el puerto de Sotllo, se hizo duro remontar los últimos metros hasta el collado, pero a cambio, en la larga bajada por la vertiente española hasta el estany d'Estats pudimos bajar con facilidad por la nieve primavera. Las nubes se habían dispersado, y apretaba el calor, aumentado por el reflejo del sol en la nieve.
En la cima de la Pica d'Estats
Desde la pradera del estany d'Estats, el camino de bajada es bastante cómodo, a pesar de tener que destrepar los resaltes entre cada pradera e ir atravesando zonas cenagosas. Hicimos una breve parada cuando salimos de la nieve para quitarnos ropa y beber agua, y continuamos la bajada por el camino en sube y baja; ahí lo pasé un poco mal por el calor y la paliza que llevaba. Al llegar al resalte equipado con la cadena, lo superé tirando de brazos para no forzar más las piernas, y terminé la bajada hasta el parking con los pies ardiendo, bañado en sudor y con las rodillas muy cargadas. 1605 m de desnivel de subida y 1605 m de bajada en 10 horas, una actividad muy bonita, muy clásica, muy recomendable, y bastante exigente físicamente, aunque no tiene mayor dificultad técnica, pues se trata únicamente de caminar.
Tulu en una de las praderas, durante el descenso