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miércoles, 1 de junio de 2011

EMPOTRADORES MECÁNICOS

Friend
La aparición de los primeros dispositivos de expansión de levas a finales de los años 70 supuso una revolución en la escalada, porque así se podían proteger fisuras paralelas de forma segura y fiable. Hasta entonces, se usaban tacos de madera, clavos en v y bongs, nudos empotrados (éstos se siguen usando en algunos lugares), tuercas o diferentes piezas metálicas, si es que entraba algo. Normalmente, nos referimos a ellos como friends, ya que los primeros (diseñados por Ray Jardine y fabricados por Wild Country) se llamaban así. Es como el pan bimbo o los kleenex, que son marcas comerciales pero se usan como nombres genéricos para el pan de molde y los pañuelos de papel (o los empotradores de levas en nuestro caso). Con el tiempo, fueron apareciendo nuevos modelos de otras marcas, introduciendo ligeras modificaciones en el diseño original (vástagos flexibles, ejes dobles, tiradores ergonómicos...), lo que hizo que evolucionasen hasta los modelos actuales. El eje, que puede ser uno o dos, transmite la fuerza de la caída desde el vástago a las levas. Los friends de doble eje (Camalot de Black Diamond y Dragon de DMM) tienen un rango de expansión más amplio que los de eje simple, pero pesan algo más. El doble eje también hace que, teóricamente, se puedan utilizar como empotradores pasivos; las levas no tienen esas pestañas en la parte superior porque el eje funciona como tope. Pero aun así, esa colocación sigue sin gustarme, sea el eje simple o doble. Por otra parte, el doble eje permite que la pieza se pueda colocar en fisuras abiertas hacia adentro mejor que los de un sólo eje; una alternativa al doble eje son los friends asimétricos: las dos levas de la derecha son medio número más grandes que las de la izquierda. Así, la pieza trabaja mejor que los convencionales en este tipo de fisuras abiertas, y se pueden usar en fisuras paralelas. Estos friends son bastante específicos, y a no ser que escalemos siempre en zonas de granito con fisuras abiertas o ciegas (tipo La Pedriza), con un juego normal de friends nos las apañaremos.
El vástago puede ser rígido o de cable, y se une al centro del eje por su parte superior. Los vástagos rígidos van muy bien en fisuras anchas verticales, pero en fisuras estrechas el vástago rígido suele ser más ancho que la fisura, y no entra. Los friends de vástago rígido no se pueden (o no se deben) colocar en fisuras horizontales o diagonales donde una caída impacte perpendicularmente al vástago, porque se puede romper o doblar el vástago, o al menos la pieza se saldrá de su emplazamiento. Los friends de vástago flexible son más polivalentes, ya que los podremos colocar en fisuras horizontales o diagonales, sin los inconvenientes de los vástagos rígidos, y trabajan igual de bien en fisuras verticales, pero se manipulan peor debido a la flexibilidad del cable. Existen friends de doble vástago flexible, con cable en forma de U que se une a los extremos del eje, en vez de en el centro. Este tipo de vástago hace la pieza más estable en general, trabajan mejor que los otros en fisuras horizontales, pero no en fisuras verticales porque el doble cable lo hace demasiado rígido. 
La mejor forma de comprender lo siguiente es tener un friend en las manos y manipularlo: El diseño básico de cualquier empotrador de levas es el mismo, aunque hay ligeras diferencias entre marcas. Los friends consisten en una serie de levas (que pueden ser tres o cuatro), que se expanden mediante unos muelles, y giran sobre un eje horizontal (pueden ser dos ejes), y este eje se une en su parte central con un vástago vertical, que puede ser rígido o de cable. Las levas llevan unos finos cables de acero para unirlas al tirador que las contrae. Aunque su diseño y fabricación son bastante complejos, su uso es muy simple: se apoya el pulgar en el extremo inferior del vástago, y se tracciona del tirador con índice y corazón, como al usar una jeringuilla. Al accionar el tirador se contraen las levas, lo que permite introducir el friend en la fisura. Al soltar el tirador, los muelles expanden las levas contra las paredes de la fisura, y la pieza queda lista en su emplazamiento. O al menos debería ser así; ahora lo veremos con más detalle.
Los muelles están dentro de las levas
Las levas son las piezas que contactan con la roca, y tienen una forma ligeramente semicircular. Este diseño, que técnicamente se llama espiral logarítmica, consigue que el ángulo entre el eje y el punto de contacto con la roca de cada una de las levas sea siempre constante (unos 14°, según marcas), independientemente de su grado de expansión. Los muelles que expanden las levas están situados entre ellas, lo que hace que en tamaños pequeños la pieza sea demasiado ancha para las fisuras; los Aliens de CCH llevan los muelles en una ranura dentro de cada leva, así la cabeza es más estrecha que la del tamaño equivalente de cualquier otra marca. Actualmente, la mayoría de las levas llevan un tope en la parte superior para evitar que se volteen (sin estas pestañas, las levas podrían girar hacia arriba, como un paraguas volteado por el viento). Estos topes, en teoría también permiten usar el friend como un fisurero pasivo, con las levas totalmente expandidas. Personalmente, es una posibilidad de colocación de los friends que no me gusta nada en absoluto: la pieza no está realmente encajada en la roca, y se saldrá del emplazamiento a la mínima. Si un friend tiene que trabajar totalmente expandido, es que es demasiado pequeño para esa fisura, y lo mejor será poner uno de tamaño más grande o un empotrador, que trabajarán mejor.
Tamaños equivalentes, el gris es más estrecho porque lleva los muelles integrados en las levas. Esto permite colocarlo en fisuras ciegas y poco profundas
Normalmente, los friends llevan un anillo de cinta cosida para poder chaparlos, y cada marca suele tener un código de color que coincide con el código de color de sus fisureros. Algunos modelos, sobre todo los más pequeños, tienen la cinta en doble para chapar más corto o más largo. Si la ponemos en simple, en teoría no necesitaremos chaparle una exprés, pero una cinta larga nunca viene mal para reducir las vibraciones de la cuerda, y que el friend no ‘camine’ hacia el interior de la fisura.

Friend asimétrico
Las levas azules giran sobre el eje izquierdo, las grises sobre el derecho











Casi todos los friends de tamaños pequeños y medianos tienen pesos similares. Con las piezas más grandes será cuando empecemos a notar las diferencias de peso entre las marcas. En cualquier caso y en tamaños equivalentes, los de doble eje, los de vástago rígido y los de cable en U pesan más. De todas formas, el peso no es algo determinante a la hora de elegir los friends, y deberíamos fijarnos en aspectos como el funcionamiento del mecanismo, la dureza con que se accionan las levas, o la flexibilidad del cable.
Generalmente, se utilizan más los friends en granito, arenisca o cuarcita por sus fisuras rectilíneas, paralelas y uniformes. En caliza o conglomerado las fisuras son irregulares, y los friends se usan menos; nos protegeremos mejor con fisureros y patas de cabra. De todas formas, un juego básico de friends debería tener entre cinco y ocho piezas, e incluir los números 1, 1’5, 2, 2’5 y 3.
Para saber más:

-Material para roca y hielo. Clyde Soles. Ed. Desnivel.
-Anclajes de escalada. John Long. Ed. Desnivel.
De izquierda a derecha, friend de vástago rígido, vástago flexible, cable en U y microfriend flexible

BARATAS IMITACIONES CHINAS

Ver para creer... Los chinos no saben qué hacer para ganar dinero. Por lo visto, no hace mucho que se han descubierto en el mercado falsificaciones de varios productos del fabricante francés Petzl: el mosquetón HMS Attache (Referencia M35SL), los bloqueadores Croll (Referencia B16) y Ascension azul (Derecho, referencia B17R), y la polea Rescue (P50). A pesar de que su aspecto visual es exactamente igual al de los productos originales, estas falsificaciones no cumplen las exigencias de  las normas CE y UIAA, ni las exigencias internas de Petzl en cuanto a su calidad y seguridad,  y tienen una resistencia muy inferior a la de los productos Petzl, con lo que resultan muy peligrosas, pues no se puede identificar a simple vista si se trata del producto original o de una imitación. Las imitaciones tienen grandes deficiencias en cuanto a su resistencia y calidad (por ejemplo, la resistencia mínima en el eje longitudinal del mosquetón Attache es de 20 kN, mientras que la imitación sólo llega a 13 kN), y se ha copiado hasta el más mínimo detalle de cada producto: el diseño, color y marcado del producto, el número de serie, la ficha técnica, el embalaje con caja de cartón marrón y todo el marcaje externo del embalaje.
No es la primera vez que se encuentran estas historias, a lo largo de los años se han descubierto copias de otros productos Petzl: algunos modelos de frontales Tikka y Myo, o equipo de protección para trabajos verticales; pero sí es la primera vez que las imitaciones tienen un aspecto idéntico al de los productos originales.
En caso de utilización de estas imitaciones, el peligro de rotura bajo cargas bajas es importante (¡y real!). Sólo el análisis realizado por un experto, analizando las tolerancias de las herramientas que fabrican estas imitaciones, puede diferenciarlas de los productos originales.
¿Qué podemos hacer para que los chinos no nos engañen como a un chino? Acudir a un distribuidor Petzl oficial, consultándolo en:
Petzl está haciendo esfuerzos para detener la producción e introducción en el mercado de estas imitaciones baratas (aunque seguramente, no tengan precisamente un precio barato...), y declina toda responsabilidad en caso de daños sufridos por el uso de estas falsificaciones.
Seguramente, esta situación sea extensible a otros productos de otras marcas, así que ya sabéis, mucho cuidado al comprar el material en sitios que no sean de confianza, porque podemos llevarnos un buen susto o incluso no contarlo por ahorrarnos cuatro duros...

COLOCACIÓN DE EMPOTRADORES PASIVOS

Los empotradores pasivos son (o deberían ser) la base de la protección en escalada limpia. Son piezas ligeras y sencillas, de colocación muy intuitiva y relativamente fácil, y una vez emplazados su evaluación visual es bastante evidente, incluso para escaladores poco expertos. Sin embargo, debemos seguir unas pautas generales, independientemente del tipo de protección que vayamos a instalar (fisureros, friends, patas de cabra...).
-Lo más importante: ningún seguro es totalmente fiable, por muy bueno que sea el emplazamiento, y no deberíamos confiar nuestra seguridad a un sólo anclaje, hay que colocar otras piezas durante la progresión.
-Un anclaje será tan resistente como la roca en la que se asienta. Cuando aguantan una caída, los empotradores generan una fuerza enorme hacia el exterior, así que evitaremos colocarlos detrás de lajas sueltas o bloques inestables.
-Antes de colocar una pieza de protección, hay que observar la roca y buscar emplazamientos evidentes para los seguros de que disponemos. Si nos es posible colocaremos un empotrador pasivo, el más grande que podamos, evitando maniobras complejas con varios anclajes (no se trata de ir montando reuniones por todo el largo).
Fisurero de lado
-Los empotradores tienen una posición básica, en la que trabajan de forma óptima, y otras posiciones alternativas que nos darán más posibilidades en emplazamientos raros y precarios (¡Atención!).
-Los empotradores pasivos deben terminar de asentarse con un tirón enérgico en la dirección de la posible caída. Cuidado con esto, pues si lo encajamos en exceso, el segundo se acordará de nosotros cuando tenga que retirarlos de la pared. Pero si los dejamos muy sueltos, los movimientos de la cuerda pueden hacer que se salgan de las fisuras. Para evitar esto último, pondremos una exprés larga, que transmite menos vibraciones de la cuerda, y nos ayudará a guiar la cuerda lo más recta posible.
Emplazamiento aceptable
-Fisureros. Para colocar un fisurero, buscaremos una fisura que tenga un estrechamiento hacia abajo (cuello de botella), y que sea lo más parecida en forma y tamaño a la pieza que queremos colocar. Si la fisura se estrecha hacia el exterior, el emplazamiento aguantará el tirón hacia afuera que hay cuando cae el primero de cordada. Hay que intentar que la superficie de contacto entre el fisurero y la roca sea la máxima posible; para esto, el fisurero debe ser ligeramente más grande que la fisura, y encajarse en la roca en la mitad superior de sus caras de contacto. Los fisureros tienen dos posiciones de colocación, de frente y de lado. De frente, hay más superficie de contacto entre el fisurero y la roca, y es más estable; de lado, hay menos superficie de contacto y más inestabilidad, pero suele ser la única posibilidad en fisuras ciegas o poco profundas. Los empotradores curvos son un poco más difíciles de colocar que los rectos, pero dan más estabilidad al tener tres puntos de contacto con la roca (un punto en la cara convexa y dos en la cara cóncava, uno de ellos en la parte superior  y el otro en la parte inferior); con este tipo de fisureros, tenemos que probar con la cara cóncava a derecha e izquierda, si hay contacto en esos tres puntos, y además la fisura se estrecha por debajo, el emplazamiento seguramente sea fiable. Si falla alguno de esos tres puntos de contacto, tendremos un seguro precario o inestable; si el contacto está demasiado arriba del fisurero, la pieza es pequeña y podría pasar a través del estrechamiento, y si el contacto está en la mitad inferior será muy grande para esa fisura. Como en todo, tendremos que usar el sentido común, el menos común de los sentidos...
Fisurero en cuello de botella
Hay situaciones particulares en las que tendremos que utilizar dos fisureros en oposición, donde uno sujeta al otro en su posición, y es éste último el que soportará la posible caída. Esta maniobra se utiliza cuando tenemos que hacer un cambio de dirección, y el tirón de una caída solicitaría el último seguro a una tracción hacia el exterior: un sólo fisurero no aguantaría ese tirón hacia afuera. Los empotradores en oposición se pueden colocar en fisuras verticales, horizontales o diagonales, de la siguiente forma: buscaremos un emplazamiento ‘normal’ para un empotrador, y otro emplazamiento invertido (es decir, el cable del fisurero invertido apuntará en dirección al otro empotrador), con un mosquetón a cada pieza, y un anillo de cinta con un ballestrinque a cada mosquetón. El ballestrinque permite regular la tensión de la cinta entre los empotradores para que el inferior sujete al superior en su posición. Aquí sería mucho más rápido y sencillo poner un friend, si tenemos uno de la talla adecuada, pero en fisuras muy estrechas donde no entra otra cosa, no quedará más remedio que usar esta maniobra.
Fisureros en oposición, el fisurero de abajo sujeta
al de arriba en su posición
-Excéntricos. Básicamente, la colocación de un excéntrico sigue las mismas reglas que acabamos de ver, porque el ángulo que forman sus caras opuestas es similar al de los fisureros­­­. También se puede colocar de lado, siempre buscando el máximo contacto entre la roca y el excéntrico. Si la fisura es casi paralela, funcionará por rotación de la cara convexa contra la roca (o las dos caras opuestas a la más larga, en excéntricos de caras rectas). En fisuras perfectamente paralelas no servirán, y tendremos que poner un friend o una pata de cabra.
-Patas de cabra. Los tricams o patas de cabra tienen dos posibilidades de colocación, una en la que funcionan como un fisurero en estrechamientos, y otra que aprovecha su diseño para poder proteger fisuras paralelas. Además, trabajan en agujeros y en fisuras horizontales como ningún otro seguro. En su posición de empotrador pasivo hay que tener las mismas precauciones que con los fisureros, poniendo la cinta en prolongación del empotrador, buscar un estrechamiento que se adapte a la forma y tamaño del tricam y tratar de conseguir la máxima superficie de contacto. En fisuras paralelas se apoya el pico sobre el que rotará el empotrador en una de las paredes de la fisura (a ser posible en un agujero o rugosidad), y los raíles en el lado opuesto. La cinta debe colocarse entre los raíles de la pieza, con el eje de rotación de la cinta en la parte superior del dispositivo, y le daremos un buen tirón para que pueda producirse el efecto de leva en la fisura. Esto nos  da un rango de trabajo de cada tricam individual mayor que en un fisurero de tamaño equivalente, y es más ligero que un friend de tamaño equivalente. En zonas con muchas fisuras horizontales (como la Roca dels Arcs, en Vilanova de Meià), las patas de cabra son muy útiles: será una cinta y no un cable (más rígido) lo que apoye en el borde de la fisura; el pico se debe colocar hacia abajo, para que la cinta quede por la parte superior y apoye menos en el borde de la fisura. En rocas muy blandas, como la arenisca, el pico se clavará literalmente en la fisura, aumentando la seguridad del emplazamiento.
Aunque lo mejor en todo caso es recibir un curso de escalada con un técnico o un guía competente, no nos vendrá nada mal practicar todo esto en bloques a la altura del suelo; y donde veremos realmente cómo se hace será escalando en artificial una fisura limpia de 6b ó 6c, a ser posible vertical. Así comprobaremos de primera mano cómo trabajan los empotradores bajo buestro peso sobre el terreno. Pero cuidado, el método de ensayo-error no es lo más adecuado para utilizar en montaña...
Probando el material en un bloque en el suelo
Para saber más:
-Anclajes de escalada. John Long. Ed. Desnivel
-Material para roca y hielo. Clyde Soles. Ed. Desnivel
-Alpinismo extremo. Mark Twight. Ed. Desnivel